son las cuatro de la mañana, llegué hace nada, sentado en el inodoro recuerdo...
que hace unos días
luego de intentar
corregir un poema viejo
y ver que no cuajaba
decidí descartarlo.
El poema trataba
de mi gato y de cómo
a menudo al abrir
la puerta del depto
se me escapa y sale
al palier diminuto
aunque ahí no haya
nunca nada que ver...
Bueno, creo se entiende:
cómo me cuesta deshacerme
de lo que es evidente
que no va a ningún lado...
Tiro la cadena,
me voy a dormir.
Mañana domingo
corre colapinto
re temprano y me dije
que lo vería en vivo
por primera vez.